La Fábrica de Sangre de Harvard: Cómo un Científico Puro Ganó la Segunda Guerra Mundial
Edwin Cohn, un químico de proteínas temperamental de Harvard, transformó inesperadamente su laboratorio en una potencia de I+D aplicada altamente eficaz durante la Segunda Guerra Mundial. Inicialmente centrado en la investigación teórica, la guerra lo impulsó a liderar a su equipo en la invención de métodos para producir albúmina que salvó vidas a partir de la sangre. El equipo de Cohn no solo creó albúmina más estable que el plasma, sino que también desarrolló otros productos sanguíneos para el tratamiento de heridas en campos de batalla. Si bien sus métodos están obsoletos, su capacidad para traducir los descubrimientos de laboratorio en productos a escala comercial sigue siendo una lección valiosa. La historia de Cohn ofrece un estudio de caso convincente para las organizaciones científicas y los financiadores: combinar una planta piloto, financiación y visión para abordar problemas significativos puede producir resultados extraordinarios en la traducción de la investigación en impacto en el mundo real.