Los algoritmos de ordenación clásicos revelan capacidades inesperadas en un modelo mínimo de inteligencia basal
Un nuevo estudio utiliza algoritmos de ordenación clásicos como modelo de morfogénesis, desafiando la sabiduría convencional sobre estos algoritmos. Al romper las suposiciones de control de arriba hacia abajo y hardware perfectamente fiable, los investigadores descubrieron que las matrices de elementos autónomos se ordenan de forma más fiable y robusta que las implementaciones tradicionales, incluso en presencia de errores. Sorprendentemente, estos algoritmos muestran la capacidad de reducir temporalmente el progreso para navegar alrededor de defectos y un comportamiento de agrupación inesperado entre los elementos en matrices quiméricas que siguen algoritmos diferentes. Este descubrimiento proporciona una nueva perspectiva sobre la inteligencia diversa, demostrando cómo las formas basales de inteligencia pueden surgir en sistemas simples sin codificación explícita en su mecánica subyacente.