Aceite de ballena: El progreso tecnológico no siempre es un salvador

Una narrativa común afirma que el queroseno reemplazó el aceite de ballena para la iluminación, salvando a las ballenas. Este artículo lo cuestiona. Si bien el queroseno redujo la demanda de aceite de ballena para la iluminación, la caza de ballenas en el siglo XX se intensificó dramáticamente, diezmando las poblaciones de ballenas. El aceite de ballena encontró un uso extensivo en lubricantes y otras aplicaciones, y la tecnología avanzada de caza de ballenas exacerbó el problema. Solo las prohibiciones gubernamentales a la caza de ballenas y el desarrollo de alternativas sintéticas salvaron realmente a las ballenas. Esta historia destaca que el progreso tecnológico no siempre es una panacea, y la intervención gubernamental es crucial en la protección ambiental.