Las superficies interiores actúan como esponjas químicas masivas, reteniendo COV nocivos durante un año

Investigadores de la UC Irvine han descubierto que las superficies interiores, como la madera, el cemento y la pintura, actúan como reservorios sorprendentemente efectivos para los compuestos orgánicos volátiles (COV), reteniéndolos hasta por un año. Estos COV, que provienen de fuentes como insecticidas, humo de cigarrillo y humo de incendios forestales, representan riesgos significativos para la salud. El estudio revela que estas superficies absorben cantidades mucho mayores de COV de lo que se pensaba anteriormente, actuando como esponjas masivas. Incluso después de eliminar la fuente, los COV se liberan lentamente de nuevo al aire o se transfieren a los humanos a través del contacto. La simple ventilación es insuficiente; la limpieza regular es crucial para eliminar estos contaminantes persistentes.